FONDO A UA CRAG AL MURO
Equipo de comisariado y coordinación: Jorge Blasco Gallardo, Koré Escobar Zamora y Raquel Álvarez Rodríguez
En colaboración con: Javier Ayarza, Miquel Cid, Rufo Criado, Eva Gonzalez, María Jesús de la Puente, Rafael Lamata, Alejandro Martínez Parra, Jesús Max, Pepe Ortega, Clemente Rodero, Néstor Sanmiguel, Ramón Valladolid, Julián Valle.
A partir de los documentos donados por el colectivo A UA CRAG a la Comunidad de Castilla y León y depositados en el MUSAC, el equipo encargadodel montaje expositivo ha trabajado en la presentación de la práctica artística con eso que siempre queda de ella –incluidas las obras– y lo ha hecho explorando las siempre complejas relaciones entre archivo y exposición.
Además ha querido contar una de las posibles historias de este colectivo artístico partiendo de lo que los documentos dicen por sí mismos sin mencionar lo que la bibliografía ya nos ha dicho de ellos sobre A UA CRAG.
Para este fin, se han seleccionado grupos de documentos sin atender a su procedencia dentro del cuadro de clasificación del archivo –pero dejando siempre el rastro de su origen en el mismo– y a partir de dichas muestras documentales se han elaborado las siguientes categorías heterodoxas:
– Documento-tensión:
La forma de ver el arte en los dos últimos siglos, el mercado, la galería, el museo, el coleccionismo, etc., han servido para poner sobre la mesa la cuestión del valor de todo lo que rodea la obra, que no es la obra, pero sin lo cual ésta no existiría.
El viejo problema del documento aparece muy a menudo cuando hay que decidir si este debe ser parte de la colección o del archivo, más aún en el caso de obras cuyo soporte es la performance o cualquier otra variante efímera que desaparece según se realiza.
De ellas quedan fotografías, facturas, instrucciones, guiones, bocetos, etc., y a veces una pieza.
Bajo esta categoría se han seleccionado muestras documentales que participan de la tensión que los agentes arriba mencionados producen sobreellas; una tensión que coincide plenamente con la problemática de definir los límites de la práctica artística hoy en día, ya que ésta arroja cascadas de documentos que tienen destinos diversos: o se convierten en piezas de museo, son relegados a un segundo plano como fetiches de gran valor económico, o simplemente se les da un trato administrativo a pesar de que son fundamentales y a la vez parte de esa práctica artística.
– Documento-territorio
En esta categoría se han seleccionado grupos documentales que muestran las herramientas utilizadas por el grupo de artistas para acercarse a esa polisémica realidad: el territorio.
Si bien el concepto es complejo, se ha privilegiado su condición de «concepto-herramienta» por encima de una reflexión sobre el término que da nombre a la categoría. Esto es: las aproximaciones del grupo a lugares fuera del país, las exploraciones de espacios de intervención, el atrapar en la imagen fotográfica aquello digno de ser recordado, en definitiva, elementos de representación de «eso» que parece exigir la palabra territorio.
– Documento-cotidiano
Pese a ser considerados documentos meramente burocráticos o rutinarios, el arte de los noventa estetizó gran parte de ese automatismo. Sin embargo, esa estetización no hubiera sido posible sin su valor real como cimiento de cualquier práctica social, desde el nacimiento hasta la defunción y todo lo que suceda entre medias. La práctica del arte no es ajena a este devenir documental y los documentos acaban siendo parte de una obra compleja en la que, a veces, se produce una pieza. Todo ello en una constelación donde no se los puede obviar puesto que en muchas ocasiones son «lo único que queda del arte».
– Documento-relación
Las relaciones entre grupos de humanos dan lugar a un tipo o tipos particulares de registros que se refieren precisamente a los vínculos, afectos y desafectos de sus componentes. No se puede apartar esta información de la tarea creativa llevada por el grupo pues los propios documentos la registran amplia y contundentemente.
En diferentes soportes y alejado de todo intento biográfico, el fondo documental exigía la creación de esta categoría y la agrupación de los diferentes documentos que, incluso dispersos en diferentes expedientes, narraban y pertenecían a la forma de practicar el arte del grupo A UA CRAG.
– Documento-discusión
Quizá ésta sea la categoría más homogénea en cuanto soporte puesto que se compone de horas de audio. Si hay algo característico en la forma de practicar el arte de A UA CRAG es la grabación de sus conversaciones, discusiones, acuerdos y desacuerdos, lo que produce muchos metros de cinta donde la palabra va participando de su obra de una manera poco afectada, dentro de la cotidianidad de quienes han decidido dedicarse al arte y a la vez son conscientes de lo efímero de muchos aspectos de esa práctica.
– Documento-retrato:
Según evolucionan las tecnologías de representación hasta llegar a la fotografía, van cambiando las formas en que los creadores de todo tipo se representan. Las formas en que los creadores se representan cambian al mismo tiempo que evolucionan las tecnologías. El retrato y el autorretrato de artista, como género, sufren grandes cambios hasta convertirse, en muchos casos, en parte de la obra o en la obra misma. Bajo esta categoría se han seleccionado imágenes de los miembros de A UA CRAG en el proceso de creación de piezas. Sin embargo, no se han contemplado como «fotografías del proceso de creación» sino como parte fundamental de la obra del grupo tomando la autorepresentación como uno más de los componentes de la práctica artística.
La mayor parte de las series documentales seleccionadas para ser para ser expuestasfueron producidas durante la gestión y realización de una serie de proyectos de intercambio artístico, que los integrantes de A UA CRAG denominaron «Proyectos Internacionales».
Dichos proyectos consistían en experiencias de intercambio, debate y producción artística llevadas a cabo por el colectivo en los años comprendidos entre 1990 y 1994; durante un período de tiempo, un colectivo artístico extranjero era invitado a Aranda de Duero para trabajar sobre el terreno y debatir en sesiones abiertas sobre temas de interés artístico. Posteriormente, A UA CRAG se desplazaba al lugar donde residía el colectivo invitado, invirtiendo así la experiencia.
En la sala de exposición se ha dispuesto una «mesa de interpretación» con bibliografía sobre y de A UA CRAG. Aquí se podrá consultar la historia del colectivo y todas sus actividades como complemento al trabajo desarrollado sobre la documentación del grupo, sus estrategias documentales y la construcción de su archivo, centro verdadero del montaje.
Por otro lado, hay una serie de vitrinas preparadas para la actividad: «Vitrinas abiertas», en la que se acercará a los interesados a documentos muy particulares, abriendo las vitrinas y dando la ocasión de manipularlos, pasar páginas, etcétera. Se solventa, así, tímidamente, el problema principal de la exposición de documentos y libros: el acceso a ellos sin un cristal que lo impida y el respeto a su propia condición cuando fueron creados, que no era otra que su uso y manipulación en diferentes ámbitos.
