El tambor de hendidura africano de madera es un ejemplo aún más notable de las numerosas vidas de un objeto. Fabricado en forma de becerro para un gobernante probablemente del norte de Congo, se convirtió en objeto islámico en Jartum, y más tarde, tras pasar a ser propiedad de Lord Kitchener, se grabó en su superficie la corona de la reina Victoria y fue enviado a Windsor.
Neil MacGregor