El archivo amateur cataliza ámbitos de memoria con herramientas peculiares, como el escuchar del archivo,y sin necesidad de lugares. Y lo hace con las figuras de los archiveros y archiveras amateur que cumplen con las necesidades de identificación del usuario y la manera en que gestiona su información. Con conciencia plena de que archivar lo hacemos todos a diario. Somos, por lo tanto, sujetos y no sólo objetos del verbo archivar.